Hoy pensé en ti: En realidad... No hay día en que deje de hacerlo.
En cada pensamiento recuerdo aquellos preciosos momentos que compartimos juntos sin siquiera poder cruzarnos una mirada... Pero aun así fueron los mejores momentos de mi vida, donde a través de tus palabras podía sentir el gran amor que tenías por mí y eso era suficiente para mí, eso lo era todo.
Y lo sigue siendo todo, aunque ya las palabras hayan quedado inmóviles y frías dentro de cada uno de los discos donde puede guardar una copia... Aunque sufra y se deslicen lágrimas por mis mejillas con melancolía: La razón por la que estoy aquí eres tú.
Tu amor, tu dulzura o tu forma de ser, quizás no sean las mismas que hace 9 años atrás; pero aún así y desde el momento en que te conocí no buscaré otra cosa que tu sonrisa, tu felicidad siempre fue y será la mía, y sólo ese es mi deseo... Porque mi amor por ti es tanto y más profundo que desde que nos separamos.
Algún día te encontraré, y podré expresarte todo lo que sentí y siento ahora.
Todo lo que te amé, te amo y te amaré... Darío.
